MODELO DE DESARROLLO RURAL Y URBANO
Mejorar el desarrollo de los territorios rurales
El medio rural vértebra social y económicamente el territorio europeo y su paisaje, y su futuro debe basarse en la cohesión social y económica, la sostenibilidad, la complementariedad con las zonas urbanas, el dialogo y la cooperación interinstitucional.
No todos los territorios rurales son iguales y su desarrollo no puede hacerse de la misma manera, pero si se deben aplicar políticas integrales y coordinadas, no basadas exclusivamente en la actividad agraria, sino que deben incorporar el intercambio socio económico con las zonas urbanas próximas, y el impulso de equipamientos e infraestructuras que faciliten ese intercambio. El medio rural es uno de los grandes valores económicos, sociales y culturales de nuestro país.
La multifuncionalidad agraria es un elemento fundamental para el desarrollo rural generando empleo y preservando el medio natural. La Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural es un instrumento capaz de impulsar una política de cohesión territorial, pero precisa de la innovación y la cooperación. Para ello los socialistas proponemos la creación de una Agencia de Desarrollo de los territorios rurales de ámbito estatal, dotada de fondos propios procedentes de la UE, el Estado y las CCAA. No habrá futuro para el medio rural sin una agricultura que combine la productividad, la seguridad alimentaria, la sostenibilidad ambiental, y una sociedad rural viva y activa, que se complemente con el territorio urbano limítrofe, porque el futuro de las zonas urbanas también depende de las áreas rurales próximas.
La ordenación del Territorio es clave en el desarrollo de una sociedad equilibrada y sostenible.
En este sentido es muy importante la planificación urbana, y ahora es el momento de hacerlo con el debido sosiego y debate, para conseguir un desarrollo futuro óptimo, que tiene siempre que ir presidido por crecimiento (desarrollo) moderados y orientados a conseguir una mejor calidad de vida.
Las políticas en materia de Ordenación del territorio y urbanismo han de estar orientadas a conseguir un crecimiento equilibrado, ordenado y sostenible de nuestros pueblos y ciudades.
Estas políticas tienen que ser consensuadas con las entidades locales de las comarcas de actuación o de influencia para que los objetivos de los territorios y de las administraciones superiores estén perfectamente integrados.
La elevada Importancia del medio rural en nuestro país.
El medio rural representa un tercio de nuestra población y el 90 por cien de nuestro territorio, donde se encuentran la totalidad de nuestros recursos naturales, una parte destacable de nuestro patrimonio cultural y nuevas formas de energía. Pero sobretodo hay que destacar que el medio rural es el único entorno que nos asegura la soberanía alimentaria.
Durante las últimas décadas, el medio rural ha conocido un avance muy notable en los niveles de renta y bienestar de su población, pero una parte muy significativa de él aún padece un atraso económico y social relativo, debido a causas económicas, sociales y políticas. Las políticas neoliberales no solo han paralizado el avance sino que en muchos casos están haciendo que el medio rural sea objeto de un retroceso importante.
Es en el medio rural donde se viene practicando con absoluta naturalidad la democracia participativa, que ahora se reivindica con carácter general. La conexión diaria entre el ciudadano y su Administración más cercana, el conocimiento que los vecinos tienen de las limitaciones de recursos disponibles, han llevado a compartir compromisos y responsabilidades entre los representantes elegidos y los representados electores.
El medio rural y su potencial productivo, sustentaron históricamente las capacidades de desarrollo de cualquier país. Hacia el futuro, hay factores estratégicos que aconsejan redoblar las políticas encaminadas a preservar las capacidades del medio rural, (seguridad alimentaria, sostenibilidad ambiental, equilibrio territorial).
Es necesario seguir apoyando la atención pública en el medio rural: Actuar sobre las causas
económicas de este atraso relativo, considerando la importancia de la agricultura y la ganadería, no solo como eje del proceso alimentario, sino como motor de sostenibilidad y conservación del medio. Con rentas compensatorias adecuadas a la dimensión real de la labor
realizada. Ejemplo de este modelo seria el cobrar un impuesto verde a las zonas que contaminan, urbanas o no, para pagar por el mantenimiento de las zonas ZEPA y LIC a las entidades locales en las que estén situadas. Otro ejemplo seria potenciar medidas que premien la agricultura ecológica y los procesos sostenibles, así como trabajar para desarrollar una ley de márgenes que aproxime el precio al que venden agricultores y ganaderos la que paga el consumidor final.
Redistribuir en el ámbito comarcal del medio rural la riqueza generada por las nuevas formas de energía, de comunicación y de redes. En el ámbito social, solucionar las carencias de infraestructuras, equipamientos y servicios para la población.
Del mismo modo, es en el ámbito rural donde tenemos que hacer especial hincapié en la defensa de una sanidad y educación públicas, gratuitas y de calidad, ya que los centros más pequeños de las zonas rurales son susceptibles de sufrir con más intensidad los recortes en los servicios sociales que está llevando a cabo el PP.
El PSOE con la puesta en marcha de la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural ha querido favorecer el ejercicio de derechos constitucionales a los ciudadanos del medio rural sea cual sea su lugar de residencia, a través del fomento de un desarrollo económico y social, compatible con la conservación y recuperación del patrimonio natural y cultural, esto es, de un desarrollo rural sostenible.
Promover el método participativo en todos los ámbitos de actuación y decisión pública.
Seguimos apostando por el espíritu de la Ley como herramienta para erradicar los desequilibrios que padecen los territorios rurales basándonos en un desarrollo territorial en el que las comarcas son el elemento aglutinador de las expectativas de los ciudadanos que las habitan.
Es fundamental para conseguir el progresivo acercamiento entre mundo urbano y rural el papel de los ayuntamientos y los grupos de desarrollo en el modelo de participación para que sean los habitantes del medio rural, bajo un marco legislativo y de financiación estable, quienes decidan su futuro. Un nuevo modelo donde existan grupos de desarrollo de ámbito comarcal integrados por entidades públicas y privadas que representen a la totalidad del tejido social.
El desarrollo rural permite realizar políticas territoriales con una visión sostenible más allá de lo puramente local, optimizando los recursos existentes, siendo este un modelo necesario para vertebrar el territorio y repartir la riqueza existente en el mismo.
Estos territorios tienen que tener, como se apuntaba anteriormente, en las entidades locales a los verdaderos valedores del proceso. Siendo los representantes de asociaciones y empresarios de las zonas importantes agentes para hacer una política rural con estrategia LEADER, de abajo arriba.
Cada uno de los territorios, tiene que fomentar la participación, el empleo, la igualdad y la cercanía de servicios a la población de cada núcleo. Se tienen que usar los recursos actuales, y futuros (fondos europeos, administración autonómica, local y estatal) para garantizar realmente una estructura territorial sólida y autónoma que sea fuerte para acometer las dificultades y que coopere con otras zonas para poder conseguir objetivos.
Los planes de zona, iniciados bajo visión LEADER, son necesarios para corregir desigualdades interterritoriales. Son primordiales para ayudar en la promoción turística y de recursos de estas comarcas.
Defendemos un nuevo modelo de diputación y de mancomunidad integrado con el modelo de comarca y metodología LEADER, más abierta a la participación ciudadana en cuestiones políticas y de gobierno de un territorio.
Hay que evitar procesos repetitivos de captación de datos o de reuniones de distintas entidades para objetivos similares, agendas 21, desarrollo rural, planes de zona, etc., tienen que ser analizados desde un mismo órgano y este ser coordinado por entes dependientes de las entidades locales, estas tienen que ser las que proyecten y promuevan los grupos territoriales o comarcales.
Las diputaciones pueden entrar en la colaboración técnica y de redistribución de recursos de manera simple y siempre con ese ánimo de apoyo. Hemos de abogar por la apuesta decidida a la cooperación intermunicipal casi siempre olvidada.
El modelo de desarrollo rural tiene que ser territorial, partiendo de las entidades locales, en colaboración con la sociedad representada por las empresas, asociaciones y colectivos.
Modelo con visión territorial de ámbito comarcal donde un plan estratégico perfectamente definido, con los actores referidos, permita un desarrollo integral encabezado por el ámbito local y donde la participación tiene que ser lo fundamental.
Este modelo de desarrollo sostenible tiene que ser multidimensional y en su plan estratégico se conocerá y tendrá en cuenta las variables económicas, culturales, institucionales, participativas, políticas,… Así mismo el modelo contara con enfoque endógeno con una gran importancia de conocer el capital humano, estructural y relacional del territorio.
La optimización de los recursos territoriales tiene que ser siempre sostenible y con la garantía de tender a un enfoque autónomo, con territorio definido para cada acción y con presupuestos estables no dependientes de subvenciones sino de acuerdos de financiación en el tiempo con tendencia clara a la autofinanciación de las entidades.
Es 2014 – 2020 un periodo especialmente importante de aplicación del nuevo proceso de la Política Agraria Comunitaria. Es por tanto ahora cuando se negocia y se propone las modificaciones necesarias para establecer una política Europea dónde las políticas agrarias primen directamente al agricultor y ganadero activo y primen las actividades agrarias destinadas a la mejora y sostenibilidad del medio, donde primen la producción y la calidad de la producción.
Las políticas agrarias y las políticas en el medio rural tienen que ser complementarias y no es posible el desarrollo rural sin considerar el progreso de la agricultura y ganadería, al igual que no sería entendible el avance agrícola si no se desarrolla el entorno y los demás sectores existentes en el mismo. Sería poco entendible la discordancia entre estas políticas ya que tienen que ser por necesidad complementarias y necesarias en el medio rural.
En este sentido en el PSOE defendemos el trabajo de forma conjunta de los distintos sectores sociales para aplicar políticas y propuestas socialdemócratas al proceso de la nueva PAC para que se garanticen el crecimiento sostenible en el desarrollo local y rural.
El modelo local tiene que estar perfectamente encajado en el territorial.
En los momentos de dificultad es aún más importante esta integración en grupos de trabajo comarcales ya que posibilita afrontar lo público, y también lo privado con mayores garantías de éxito.
El PSOE apuesta por la elaboración de planes estratégicos de comarca para dibujar de manera exhaustiva el proyecto territorial para el periodo 2014 – 2020. El plan de desarrollo de cada comunidad autónoma incorporara los planes de comarca consiguiendo de esta manera una verdadera estrategia rural.
También dentro del Modelo de Desarrollo Rural y Urbano: Se elaborarán planes turísticos integrales entre municipios, para optimizar recursos y favorecer la intercomunicación entre las diferentes infraestructuras de comunicación (estaciones AVE, aeropuertos, palacios de congresos y pabellones feriales) y las áreas geográficas que albergan los recursos turísticos.
El desarrollo rural es fundamental para el desarrollo del medio urbano y para el estado del bienestar.
