Por Justi
Es evidente
que el PSOE está a la gresca. Se adivinan pocas ganas, en ciertos sectores, de solucionar el problema;
¡cómo afrontar la pérdida de confianza de la sociedad a la que tiene que
representar!
Desde 2010 el PSOE, la mayoría de
sus cuadros principales, andan más preocupados en lo individual que en lo
social. Más en buscar soluciones a lo propio que a buscar de nuevo el apoyo de
la sociedad con nuevas políticas.
Parece lógico que, para
solucionar un problema, primero se reconozca que se tiene el problema, segundo
se busque que lo ha provocado y quienes son responsables de las decisiones que
llevaron a la equivocación.
Una tras otra, se han sucedido
conferencias entre 2011 y 2015, aparentemente para buscar el problema y la solución.
Reuniones, páginas web, trabajos online, grupos, subgrupos, debates, y un
congreso antecedido de unas primarias. Todo un trabajo de seis años, de gran esfuerzo
y ¿qué tenemos? ¿Cuál era el problema y cuál es la solución? Vaya, parece ser
que no hay nada, o, mejor dicho, estamos peor que estábamos y sin diagnostico
siquiera.
Una organización que falla, no ha
de perder el
tiempo en buscar culpables, tiene que buscar el problema y las soluciones, como decía en párrafos anteriores. Pero parece obvio que quienes han fallado, por activa o por pasiva, no pueden erigirse en los salvadores, en volver a querer marcar, con sus tozudas ideas, el camino. Y marcan de nuevo el camino que nos llevó a desconectar de la clase media y baja.
tiempo en buscar culpables, tiene que buscar el problema y las soluciones, como decía en párrafos anteriores. Pero parece obvio que quienes han fallado, por activa o por pasiva, no pueden erigirse en los salvadores, en volver a querer marcar, con sus tozudas ideas, el camino. Y marcan de nuevo el camino que nos llevó a desconectar de la clase media y baja.
Este partido andaba dirigido por
Blanco, Zarrias, Rubalcaba, Felipe, Zapatero y Oscar López, entre otros pocos
más, cuando desconecto de la gente. Cada elección menos votos y menos capacidad
de reacción.
Al PSOE, del 2011 al 2016, le ha
salvado de la debacle total el esfuerzo de algunos cuadros regionales del
partido, ejemplo en Castilla La Mancha es el gran trabajo de Emiliano García-Page
en esos años, pero sobre todo en general le ha salvado la determinación de
militantes, simpatizantes y votantes para mantener al partido en
manifestaciones, eventos, redes, tertulias, etc., ante la pasividad de sus
cargos nacionales, pasmados y sin reaccionar después del varapalo del 2011.
Gracias al trabajo de las mujeres
y hombres de “a pie”, se puso énfasis en las marchas sociales por la igualdad y
la equidad, en la defensa de una sanidad pública, de una educación pública o de
los derechos laborales y sociales. Cuando a los cargos les daba vergüenza salir
detrás de una pancarta que pusiera PSOE, la gente socialista estaba ahí manteniendo
el tipo. Alcaldes y concejales, votantes, militantes, simpatizantes, ... han
salvado durante estos años al partido.
Después, cuando la sociedad nos
da la posibilidad de volver a recomponer ideas e ideario, desde pactos en
ayuntamientos y regiones, los causantes de la quiebra salen de sus guaridas
alzando la voz y erigiéndose en los salvadores de lo que ellos habían defenestrado.
Sin reconocer tan siquiera los errores, sin que se les caiga la cara de la vergüenza
y retomando cargos y cargas para volver al mismo camino del 2010, el de la
ruina social y política de estas ideas. Se relega a mucha de la gente que había
puesto pie en pared contra Cospedal y contra Rajoy, personas que incluso han
sido atacadas, vejadas, denunciadas por la derecha y que este partido en vez
defenderlas las aparta para hacer más llevaderos los acuerdos con la derecha
rancia y aprovechada de este país. Y aun, ahora se atreven a pedir unión, ¿unidad
para quién?, ¿con quién? y sobre todo ¿para qué?
Por eso, a mi modo de entender,
no hay que cargar de manera abusiva en quienes metieron al PSOE en este berenjenal,
pero no podemos permitir que sigan alardeando de ideas, cuando las que han
tenido no funcionan. Escucharles, Si, pero sin que se vanaglorien de nada, pues
de nada se han de vanagloriar.
Es evidente que el socialismo
esta distanciado de la sociedad. En las regiones y ayuntamientos que
gobernamos, es donde podemos demostrar que sabemos hacer las cosas de la manera
que necesita la gente de la calle. Por desgracia, el ruido interno nacional,
hace que no llegue a la sociedad el gran trabajo que en, por ejemplo, Castilla
La Mancha está haciendo García-Page y su Gobierno. A veces al líder hay que decirle la verdad
sobre lo que dice la sociedad, para que las decisiones sean correctas. Queda
tiempo para arreglar estas cosas en concreto.
Volviendo al partido y a lo
nacional, en cualquier resolución de los trabajos finales de las ponencias de
las referidas convenciones, conferencias y congreso, están reflejados con
bastante claridad de donde vienen los desapegos con nuestra base. Y, también creo,
que están reflejados los objetivos para volver a ser el partido de la calle. Dando
una revisión con valentía a estos documentos y abriéndolos a la calle no hace
falta otra ponencia marco. Es bueno que opine cuanta más gente mejor, pero sí
que hay que acotar que quien opine realmente asume nuestro marco ideológico.
Cuando alguien habla de francotiradores en un párrafo de inmigración y de
salario básico, es cuando menos discutible que sea el más idóneo para
redactar nada, siendo benévolo.
Hace falta que quien lidere este
partido crea en las resoluciones, haga caso a los acuerdos, a los idearios,
respete las promesas electorales y cuenten con la militancia. Es necesario que
quienes lideren este futuro proyecto no hagan parches cosiendo sobre roído,
sino que con tela que esté intacta, corten nuevos patrones a medida de lo que
necesita la sociedad.
Aquí solo sobran quien o quienes
no respetan el debate, ni las decisiones de la militancia, quienes no cumplan
el marco ideológico. Algunos pretenden cambiar el marco ideológico para amoldarlo
a su pensamiento, quizás estén en el sitio equivocado.
Amigos y amigas, este partido fue
grande y seguirá siendo grande con líderes y lideresas que crean en la gente,
que no se crean dioses, sino personas. Líderes o lideresas que aporten ilusión
y expliquen sus ideas, que usen el convencer y no el vencer.
Están previstas unas primarias importantísimas
para conseguir construir partido y con ello defender a la sociedad. Quienes se
presenten deben tener y contar, por parte de la actual dirección, de las mismas
reglas.
La disputa, para salir
fortalecidos/as y unidos/as, ha de ser respetuosa. Por desgracia los intereses
de los medios de comunicación tenderán para sea de otra manera. Las
candidaturas y la organización deberían asegurar informaciones veraces.
Hace falta un gran PSOE que nos
defienda de la eléctricas, de la banca, de las grandes compañías, que negocie a
favor de nuestra agricultura y comercio en Europa, un PSOE social que se aparte
de este PP lleno de corrupción y recortes. Un PSOE que no permita puertas
giratorias, ni posiciones de privilegio a sus cargos o ex cargos.
Y, sobre todo, un PSOE que no
humille a quienes durante años y años han luchado por defender a este partido y
a sus líderes.
El PSOE son las personas que en
el militan, quienes les votan y a quienes defiende. Se formó para defender a la
gente trabajadora y dejara de existir el día que no sea así.
El PSOE de la ilusión es necesario, un socialismo que vaya por delante de los problemas y busque soluciones.
El PSOE de la ilusión es necesario, un socialismo que vaya por delante de los problemas y busque soluciones.