La situación de Minaya como camino de paso de Toledo a Cartagena durante la Edad Media y Edad Moderna, los buenos paradores y ventas del municipio en aquellos años, hace que la entrada de modas o nuevas formas de mercado y también de diversión entren a nuestra zona a través de Minaya. La Villa es en ese momento un transito de ventas y compras del interior con Cartagena y Cádiz. Son los carnavales una de esas diversiones que se introducen por esta vía en la zona, como apunta Enrique García Solana en su estudio sobre “El noroeste de la Provincia de Albacete” (1978).
El carnaval de Minaya fue en el inicio una diversión de charanga con disfraz, grupos de gentes que, con música o escenificaciones, hacían chanza de situaciones vividas en el pueblo o situaciones que hasta ellas habían llegado desde fuera. Recorrían el pueblo con disfraces y mascaras realizadas con trapos o ropas buscadas por baúles.
Disfrazarse es un hecho que distintas civilizaciones han realizado en el tiempo, Sumerios, Griegos o egipcios ya practicaron rituales disfrazados para tener buenas cosechas o ahuyentar a los malos espíritus.
Los saturnales que celebraban los pueblos romanos es el inicio del carnaval tal como se conoce. Se conmemoraba a Saturno, dios de la agricultura y en esos días de celebración estaba permitido todo tipo de excesos, para ello algunas gentes decidieron ocultar su identidad con máscaras y harapos.
Luftolde un jueves de carnaval. |
Hay que resaltar la muchísima gente que de manera espontánea salía a la calle hasta los años 80 con sus trapos y máscaras, usando la tradicional frase de ¿a qué no me conoces?. Hay un personaje que cada carnaval salía con sus zapatones, era y debe de ser un referente de nuestro carnaval, el Sr. Leal, padre de Pepito Leal. No solo dinamizaba el carnaval, también su grupo de teatro fue durante años de gran importancia cultural en nuestro pueblo.
Hablar de personas es justo para las nombradas y terriblemente injusto para aquellas que hicieron una gran labor y no se mencionan. José Aroca (ctra Estación), Benigno Villodre, Rodrigo López, Emilia “La Tora”, La Forni, La Luisa y M Josefa (las maravillas), Adela la carnicera, Gustavo “el pintor”, José María “Pachula”, La Liber, La Valen y la Dora…. Son personas que han hecho mucho por nuestra cultura carnavalera y de la máscara. Pero, como decía, eran todo el pueblo, niñ@s y mayores, que se disfrazaban con retales, trajes de novia, pañuelos y mantas.
Hasta los setenta, especial tradición también tienen los bailes de martes y jueves. Se celebraban en locales de baile como lo eran el de LA TORA (Emilia), TORRENTE (Alejo) o BAILE DE PACO, este ultimo se hundió durante una gran nevada en abril de 1958, por suerte, la propia nevada hizo que los músicos no vinieran y el baile se suspendió horas antes de derrumbarse su techo.
Minaya siempre fue un carnaval de mascara y también de parodia. Salir en grupo por las calles haciendo cualquier cosa graciosa, imitando noticias del momento o simplemente imitando cualquier situación cambiando los personajes hombre y mujer. Con una sonrisa y mucho cariño hay que recordar a Joaquín y la Dalila.
Finales de los años 70 y 80, Minaya cuenta con discotecas que fomentan la fiesta carnavalera y son referente comarcal. Las sesiones de discoteca de sábado, martes, jueves y de nuevo sábado de carnaval se llenaban con las gentes del pueblo y de los pueblos de alrededor, Sisante, La Roda, Barrax, Teatinos, Casas de Haro, Villarrobledo, San Clemente, El Provencio, Pozo Amargo, Casas de Benítez o Casas de Guijarro, todas se reunían en las Bodegas (después Gasby), Discoteca Acuario, Las Palmeras, Disco Pub Tatum, Discoteca Hexágonos.
Finales de los 80 y hasta nuestros días se da un cambio bastante importante en nuestros carnavales y en los carnavales en general. Se inicia el auge de los desfiles y el cambio de la mascara y el trapillo por los trajes al modo del carnaval de Tenerife o de Brasil.
En 1987 se hace un desfile improvisado, organizado por la asociación Cultural Az`zafaran y desde 1988 este desfile continúa organizado por el ayuntamiento y ya contando con ayudas y premios a las comparsas, grupos e individuales que se presentan. En 1988, se inicia la organización de bailes por parte del ayuntamiento para reavivar la actividad carnavalera que se centraba mucho en los desfiles. A las discoteca y Pub se suma el baile que el ayuntamiento realiza en salón Torrente en 1988, cine Astoria después en años siguientes y después en el Cine los Llanos. En los noventa y nuevo siglo también hubo bailes de carnaval en Restaurante Antolín y Los Arcos. Actualmente se celebran en el salón multiusos municipal.
Todas las comparsas merecen un reconocimiento especial. Yo quiero resaltar a la Dolores de Pub Tatum, sus diseños y puestas en escena, además de su esfuerzo, junto con José el Chato, por potenciar el carnaval en la calle y también en su negocio.
El colegio y la asociación de madres y padres de alumnos han trabajado durante años para que niños y niñas vivan la alegría de estos días. El primer desfile infantil se celebra, organizado por el ayuntamiento en 1988, anteriormente ya se hacían en el colegio actividades de carnaval y desde 1992 es la AMPA quien realiza el desfile infantil, con la colaboración del ayuntamiento y del colegio.
Algunos pueblos que no han tenido nunca carnaval han hecho del carnaval un referente a base de dinero. Otros pueblos con historia en la máscara, como es el caso de Minaya, debemos de trabajar con lo nuestro, con nuestra historia y nuestra cultura carnavalera.
Minaya ha sido y debe de volver a ser un referente del carnaval y sobre todo del carnaval de mascara y parodia. No quiere decir esto que tengamos que dejar de lado el carnaval de desfiles y trajes, pero haciendo hincapié en nuestra tradición, no por ser simplemente tradición, sino por ser las mascara y la parodia interesante, gracioso y bonito, además de barato.
Para que ello sea así, tod@s tenemos que hacer carnaval en Minaya y fomentar salir a la calle, con o sin mascara, a disfrutar.
Viva nuestro Carnaval. ¿A qué no me conoces?