por justi muñoz
¡Qué gran diferencia entre peloteador@s y personas voleadoras!
Hace un año Pedro Sánchez devolvió al socialismo la dignidad
que unos meses antes había secuestrado los poderes fácticos del neoliberalismo y habian apoyado los sectores pasivos, peloteadores, del socialismo.
Recordamos dos hechos relevantes, uno, en 2016 apartó del partido a
los líderes de Andalucía implicados en los ERES. Dos, dimitió para ser
consecuente con su conciencia y la de la mayoría del partido, para no apoyar a Rajoy
como presidente. Por primera vez en España, un político dimite por decencia política.
Se fue a su casa. Las bases, junto con el tesón de Pedro, han
hecho posible que la política de izquierdas regrese con fuerza para defender a
las personas más necesitadas. La fuerza de creer en uno mismo y en un proyecto
han ejercido la presión suficiente para colocar a este luchador de nuevo a la
cabeza de la socialdemocracia española.
Un proyecto socialista ha de ser inconformista, ilusionante, social
e igualitario. Pero sobre todo ha de ser un proyecto para limpiar y dignificar
la política. Por eso Pedro es un voleador, es un político que ataca la
injusticia, que se enfrenta a los retos sin miedo a ellos, un político que reta
a la corrupción y la volea.
La mayoría de políticos son peloteadores o pasadores, esperan
el momento, se ponen de perfil, sacan la cabeza cuando ya ha terminado de
llover; Pedro ha demostrado ser un gran voleador, antes de llegar al suelo el
problema, lo aborda y lo lucha, lo volea.
Las personas voleadoras corren muchos más riesgos, ya que ven
las circunstancias, las interpretan y las intentan contrarrestar. Para el
momento actual de España hace falta políticos como Pedro Sánchez, políticos que
abran nuevas vías de diálogo con Cataluña, personas que hagan política para
erradicar la pobreza infantil, que trabajen por el medio rural sostenible, que
su prisma de trabajo sea la economía ecológica sustentable y la garantía salarial
igualitaria.
No siempre el peloteador ve con buenos ojos el riesgo de
abordar con tanta decisión las causas, prefieren asegurar su yo y lo anteponen
a todas y todos. Hay que valorar a quien deja su sueldo y su bienestar personal, como hizo Sánchez, para luchar por devolver la decencia a la vida pública.
En resumen, Pedro Sánchez ha logrado devolver al pueblo la
dignidad democrática retirando la corrupción del poder. Los miedos que desde
cierta prensa y medios lanzan, son simples intentos de justificar que sus
mantenimientos de la corrupción en el poder eran mejor que el diálogo con
fuerzas democráticas.
A la clase media y baja nos irá mejor, sin duda, con
voleadores/as que nos defiendan y hagan políticas dirigidas a crear empleo en
educación y sanidad, nos irá mejor ya que harán políticas más cercanas para la
nueva PAC de agricultores y ganaderos, y sin duda, acercaran el bienestar al
pueblo.
Por eso, que no nos den miedo los cambios. Sin partidismo y
sin forofismo, debemos afrontar la nueva época política, debemos participar en
ella y decidir por convicciones del proyecto, de la dignidad y transparencia del
proceso. Si no participas, si no opinas, seguramente otra persona lo hará en tu
nombre.
¡Qué gran diferencia entre peloteador@ y persona voleadoras!
Agradezco a Pedro Sánchez, por su saber volear y a Albert
Espinosa, por sus grandes relatos, esos que me hacen pensar y escribir.